jueves, julio 14, 2011

Ojalá




Espejos. Hacen falta espejos. Mirarnos. Reconocernos. Acostumbraros a las arrugas. A las canas. Ver la mierda que nos sale de los poros. El resentimiento que, disfrazado de solidaridad, nos llena de un orgullo falso cuando nos negamos a reconocer que no nos importan tanto los nenes que se mueren de hambre como que haya banquetes a los que no estamos invitados. Espejos y varas. Eso nos falta. Varas de resultado inequívoco; que midan de igual manera a los demás y a nosotros mismos. Espejos que repelan las mentiras que nos empeñamos en hacernos creer.
Si perdiéramos el mismo tiempo en tratar de desterrar nuestra propia mierda que en señalar la ajena seríamos felices sin necesidad de mentirnos tanto. Ojalá algún día podamos mirarnos al espejo sin necesidad de maquillar nuestras ideas, de esconder las mezquindades, las miserias, los egoísmos. Ojalá.

miércoles, enero 19, 2011

Espejito Chillón

Sonrisa que enmascara. Palabrerío que desborda y manotea impúdicamente la gloria. Piensa que sí. Que alguien pagará con oro su elocuencia. Que se festejarán en silencio la mueca y el gesto. Gárgaras sonoras. Mudos ademanes. La exageración como banqueta. Como pedestal. Como escenario.
Debajo de la piel vívida, resentimiento vivo. Energía estancada. Hago, hago, hago y no hago nada. Mirame, mirame, mirame. Oíme, me oigo, me miro. Espejito chillón.
Yo sólo veo lo que no se ve. La bruja enmascarada. La vieja que envenena las manzanas. El onanismo en su más pura esencia. No puedo detenerme en tu risa. Ni acompañar tus pasos hacia ningún lado. Sí creo en tu herencia. En ese demonio familiar que te hace burla. Estoy en él. Quisiera ser él. Espejito chillón.