jueves, julio 14, 2011

Ojalá




Espejos. Hacen falta espejos. Mirarnos. Reconocernos. Acostumbraros a las arrugas. A las canas. Ver la mierda que nos sale de los poros. El resentimiento que, disfrazado de solidaridad, nos llena de un orgullo falso cuando nos negamos a reconocer que no nos importan tanto los nenes que se mueren de hambre como que haya banquetes a los que no estamos invitados. Espejos y varas. Eso nos falta. Varas de resultado inequívoco; que midan de igual manera a los demás y a nosotros mismos. Espejos que repelan las mentiras que nos empeñamos en hacernos creer.
Si perdiéramos el mismo tiempo en tratar de desterrar nuestra propia mierda que en señalar la ajena seríamos felices sin necesidad de mentirnos tanto. Ojalá algún día podamos mirarnos al espejo sin necesidad de maquillar nuestras ideas, de esconder las mezquindades, las miserias, los egoísmos. Ojalá.