
La mierda me circunda y, a veces, se transforma en espejo. Evidentemente soy yo el culpable.
Me desarmo, vuelvo a armarme, entero, y nada, no hay indicios de errores fatales. Pero sigo encadenando decepciones. Las vuelvo un rosario y rezo cada noche.
Me gustaria poder exiliarme. Tomar mi mente. Tapiar mis ojos. Lacrar mi boca y quedarme adentro mio, solo, triste, tranquilo.
Me desarmo, vuelvo a armarme, entero, y nada, no hay indicios de errores fatales. Pero sigo encadenando decepciones. Las vuelvo un rosario y rezo cada noche.
Me gustaria poder exiliarme. Tomar mi mente. Tapiar mis ojos. Lacrar mi boca y quedarme adentro mio, solo, triste, tranquilo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario